xTamawak
Monje Lider Aire
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Fecha de inscripción : 25/07/2012
Edad : 27
Localización : Templo Aire del Norte
 |  Tema: Pergaminos del bloqueo de chi, un largo viaje.  Vie Jul 26, 2013 6:26 pm | |
| Todo esta historia comenzó el pasado mes de primavera, cuando Sho no había sido nombrado Monje Líder. En el templo del aire norte había una gran biblioteca en la que se encontraban varios mapas y pergaminos sobre el aire control. Sho era un gran apasionado de la literatura y una noche se quedó leyendo unos escritos que hablaban de una biblioteca en el Reino Tierra mucho más grande que la suya, era como veinte veces más grande y eso a Sho le apasionaba. El solo pensaba en la cantidad de información que se encontraba en la biblioteca. Debía ser tan grande y tan hermosa, pensaba Sho. Una noche habló con uno de los adeptos del templo. Éste le explicó de que se trataba.
-Esa es la Biblioteca de Wan Shi Tong, es una inmensa biblioteca enterrada en el desierto que alberga a millones de libros y sistemas de conocimiento.-Dijo el adepto pensativo.-La biblioteca está habitada por Wan Shi Tong, un espíritu con forma de búho que la custodia.
-Debe ser un lugar increíble- dijo Sho.
-Sí, lo es y además es fácil de acceder- En esto el adepto le quitó el mapa- ¿Ves esta estructura? Esa es la entrada- Dijo señalándola con precariedad.
-Entendido, pues iré allí a ver que hay.-Dijo Sho decidido.
-Debes tener cuidado y siempre pedirle permiso al Búho porque es su propietario.
-Tranquilo lo tendré, me voy a descansar, mañana partiremos Yippa y yo.
-Buenas noches.-Dijo el adepto despidiéndose.
Sho durmió poco esa noche, estaba muy inquieto ante tal aventura. Su cabeza no dejaba de pensar en ello pero pudo descansar unas cuantas horas antes del alba. Al amanecer Sho preparó su equipaje. En su bolsa metió el mapa del desierto, un mapa del cielo, el mapa de la biblioteca, una cuerda y varios víveres para unos cuantos días. Tras terminar de elaborar una lista y cargarlo todo en el lomo de Yippa fue a despedirse del sacerdote del templo y del adepto.
Tras unos minutos de despedida emprendió su viaje muy ilusionado.
Al tercer día llegaron al desierto Si Wong tras algunas paradas del en las aldeas que les pillaban de camino. Yippa adoraba volar y rara vez se cansaba, además llevaban heno suficiente como para una semana. El mapa les indicaba por el día y por la noche Sho se ayudaba de su mapa del cielo. Los puntitos luminosos del cielo a los que los sabios del aire llamaban "astros" eran las almas de los fallecidos, de los que les había dejado en señal de que siempre estarían allí para guiarles.
El quinto día Sho encontró, por fin, la biblioteca.
-¡Yippa, es la biblioteca!-Dijo muy ilusionado.
Yippa contestó con un simple mugido de alegría acompañado de un descenso hasta su destino. Al llegar Yippa se asustó al ver que su pesado cuerpo se hundía en ese suelo tan extraño. Al instante de tocar tierra, Sho bajó de ella corriendo hacia la puerta.
-Espérame aquí Yippa, no te vayas.-Dijo despidiéndose.
Yippa asintió mientras intentaba no hundirse haciendo movimientos un tanto cómicos como si de un oso de circo se tratara. Al llegar ante la inmensa puerta Sho llamó con cautela. Al tocar la puerta esta se abrió como por arte de magia permitiendo el paso y enviando una fresca brisa del interior hacia Sho.
Sho entró divagante y cauteloso, con cierto miedo pero a la vez confiado. Al entrar y avanzar hasta un recibidor una sombra se cernió sobre él y se posó enfrente suyo. Sho cayó al suelo por el susto y se quedó con miedo en el suelo al ver tal figura. El búho medía más de dos metros, eso no se lo esperaba. Wan Shi Tong entabló conversación con él.
-Hola humano, bienvenido a mi humilde biblioteca.- Dijo con tono solemne.
Sho reaccionó en el acto y se arrodilló ante éste.
-Es un placer estar ante ti, espíritu.-Dijo Sho una vez recuperada la calma.
-Levántate, eres un nómada del aire, ¿no es así?- Dijo girando su cabeza de lado.- A juzgar por tus ropas y por el bisonte de allí lo deduzco.
-Sí, lo soy. Me llamo Sho Takumi y me gustaría investigar en esta maravillosa biblioteca.
-Sí, es maravillosa. Es una gran colección no solo de conocimientos sino de historia y saber.-Dijo el búho con tono más tranquilo.
-Muchos humanos venís aquí buscando haceros más fuertes, eso no me importa, pero si entras aquí y lees algún escrito debes jurar que no lo usarás para el mal.- Dijo el espíritu acercando su cara al cuerpo de Sho.
-Entendido, lo juro.-Dijo Sho con seriedad.
Así pues el búho elevó un ala indicándole un pasillo a la derecha de su posición.
-Acompáñame, por favor- Dijo el búho mientras andaba como si flotase.
-Sí, voy.-Dijo Sho siguiéndole decidido.
Wan Shi Tong estuvo contándole que ese pasillo llevaba hacia la recopilación de escritos de su pueblo y que allí podría investigar libremente. Al llegar el búho desapareció por donde había venido dejando a Sho a sus anchas en ese mar de estantes.
-A ver que encontramos...-Dijo Sho en voz baja.
Miro por los estantes y encontró una serie de técnicas del aire control, en otro estante encontró unas imágenes de la estatua del avatar Yangchen de plata, escondida en el interior del templo este. Además en el libro venía información sobre las cámaras secretas de los nómadas pero eso a Sho no le interesaba. Siguió buscando pero antes recolocó los libros en su orden. En el estante superior encontró un volumen titulado "La cámara del ciclo del avatar" pero lo dejó estar. De repente a Sho le llamó la atención un volumen de un color distinto que los demás. Era de un color amarillento y resaltaba ya que los volúmenes encontrados eran blancos. Llevó su chi a sus pies y cogiendo impulso dió un gran salto acompañado de una corriente de aire que le permitió alcanzar el escrito.
Sho abrió el libro y se sorprendió. Eran unas técnicas denominadas puntos de presión y eran bastante complejas. En esto llegó el espíritu de nuevo.
-¿Qué tal vas?-Dijo éste.
-Bien, pero mira esto.-Dijo cogiendo el escrito.-Este no debería estar aquí, ¿no?.
-A veces la biblioteca mueve libros, con la intención de que el lector los encuentre. Si es cierto que allí estaba te dejaré que te lo lleves.- Dijo asintiendo solemne.
-¿En serio? Un documento de esta biblioteca...
-Considéralo un regalo, ¿entiendes?
-Muchas gracias, me voy a ir ya- Dijo Sho entristecido
-Bien, vuelve cuando quieras.
Asi pues el espíritu salió volando por la biblioteca mientras Sho volvía por el corredor a la entrada. Cuando salió ya era de noche y Yippa se había recostado sobre una duna. Cuando ésta escuchó salir a Sho se despertó y fué hacia él. En esto Sho se subió en ella y pusieron rumbo a casa.
La vuelta fue más corta que la ida, solo tardaron 3 días. Cuando llegaron el sacerdote de templo le puso de comer y el adepto y él escucharon las historias que Sho había vivido aunque Sho prefirió no contarles lo del pergamino. Durante los días siguientes Sho perfeccionó en secreto sus técnicas y llegó a dominarlas completamente. Así es como Sho es la única persona en el mundo capaz de desarrollar esta técnica. Sho guardó el pergamino a buen recaudo en un lugar que nadie jamás encontraría para así evitar que la gente los desarrollase para el mal, cumpliendo así la promesa que hizo en aquel fantástico lugar.
--FIN--
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